En los últimos días (sobre todo en los últimos días) los ministros y funcionarios complican al presidente Mario Abdo y no solo desde sus ámbitos de injerencia, que dejan bastante que desear, sino a partir de sus declaraciones públicas, que van a contramano de la realidad de un presidente que acaba de atravesar la peor de las tormentas y necesita de todo el apoyo posible.
Días atrás, inició la temporada de declaraciones desafortunadas el ministro del interior, Ernesto Villamayo, quien afirmó que desde que asumió la inseguridad disminuyó, algo que cualquier ciudadano común puede desmentir.
Ayer, el ministro de educación, de forma poco educada, en lugar de dedicarse a solucionar alguno de los muhos problemas de su cartera, se dedicó a pelearse en las redes sociales con el Senador «Beto» Ovelar. ¿Su ataque? el nombramiento de la esposa del senador en la binacional Itaipú; nombramiento que, por cierto, fue hecho por el propio Mario Abdo Benítez.
Claro, Eduardo Petta no es colorado, y seguramente poco le importa la unidad de ese partido, pero debería tener en cuenta que si se pelea públicamente con quienes operan en favor de su jefe, más temprano que tarde, el también puede quedar sin trabajo; salvo que esa sea su idea y, en su afán de saltar a la oposición, Petta esté buscando darle algo de «mística» a su salida.