Poco después del mediodía del jueves en la sala de audiencias del Tribunal Oral Criminal Nº12 en la calle Lavalle al 1100, el abogado Gastón Marano, querellante en el juicio contra el futbolista Jonathan Fabbro, acusado de abusar de su ahijada en cinco ocasiones durante seis años, pidió que el ex jugador de River y Boca reciba una pena de 24 años de cárcel por el delito de abuso con acceso carnal agravadoy corrupción de menores.
El pedido de Marano, que representa a la familia de la víctima, fue secundado por el del fiscal de juicio Gustavo Gerlero, que pidió 12 años por su parte. Al cierre de la nota, el alegato de la defensa, a cargo de Federico Albano, todavía no se había producido.
Fabbro, preso hace varios meses en el pabellón de acusados de delitos sexuales de Marcos Paz, pidió declarar antes de los alegatos. Marano le preguntó por un punto particularmente incómodo en su declaración indagatoria de 2018 ante el juez Santiago Quian Zavalía, en donde el jugador aseguró que le parecía inverosímil que su presunta víctima no haya notado el tamaño de su pene, que, según sus palabras, «no es normal». Fabbro evadió el punto al ser consultado.
El veredicto, según fuentes cercanas al proceso, será leído el jueves próximo.
La lista de testigos de la defensa a lo largo del proceso incluyó a Larissa Riquelme, pareja del futbolista, a Martha Zabala, madre de Fabbro, y al abogado paraguayo Carmelo Martínez, ligado a la familia de Riquelme, que defendió a Fabbro en la otra causa en su contra que tramita en Asunción, Paraguay, una acusación de tentativa de abuso a una nena de cinco años del entorno directo de Larissa: la pericia psicológica a la víctima hecha por el Ministerio Público paraguayo reveló daños compatibles con abuso.