A pesar de lo que, a simple vista, parece que va a suceder, se hace necesario ver la película completa pero, para eso, es necesario abandonar la foto.
La foto es que el Kirchnerismo apabulló al partido de gobierno encabezado por Mauricio Macri, lo cierto… es que nada está definido aún.
Las elecciones PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias) en teoría no son más que unas elecciones internas dentro de cada uno de los partidos pero, en este caso, donde todos los partidos presentaron listas únicas, las PASO no son más que una encuesta cara.
La foto dice que el próximo gobierno va a ser kirchnerista pero veamos:
A la izquierda del electorado nos encontramos con las siguientes fuerzas:
- Kirchnerismo con un 47,66 % de los votos.
- Partidos de izquierda tradicional 3,57 % de los votos.
Hacia el centro y a la derecha, es decir, un voto más moderado, encontramos a las siguientes fuerzas:
- Macrismo con un 32,08 % de los votos
- Roberto Lavagna con un 8,23 % de los votos
- Gómez Centurión con un 2,63 % de los votos
- Espert con un 2,19 % de los votos
- Biondini con un 0,24 % de los votos
- Albarracín con un 0,15 % de los votos
- Romero Feris con un 0,13 % de los votos
A simple vista, la izquierda en Argentina tiene un 51,23 % de los votos, pero la denominada izquierda tradicional, usualmente llama a votar en blanco en un eventual ballotage (que, por cómo están las cosas sería la 3 vuelta de estas elecciones) eso dejaría al Kirchnerismo con su techo de 47% de votos; mientras tanto, la centro derecha acumularía un total de 45,65 % de los votos; así las cosas, un ballotage es inevitable en este escenario.
Asimismo, es necesario destacar algo que no es menor en este asunto, 3.000.000 de ciudadanos no concurrieron ayer a las urnas, y tengan por seguro, que de esos 3 millones muy pocos son kirchneristas, ya que ellos van a votar siempre, mayormente son parte de un aparato político, lo que permite inferir que los números a ayer muestran el techo del Kirchnerismo y el piso electoral del Macrismo.
Muchos de los que ayer votaron a las distintas fuerzas políticas moderadas y muchos de los 3 millones de ciudadanos que no fueron a votar, van a replantear su actitud y terminarán votando por el partido de gobierno, nunca tenemos que olvidarnos que “el espanto siempre va a unir más que el amor”. El oficialismo continuará siendo gobierno, pero eso no lo exime de leer el mensaje de la ciudadanía, algo se está haciendo mal.
ND