Últimamente, quienes por el lugar que ocupan están destinados a llevar calma a los estadios de fútbol, se dedican incesantemente a exacerbar los ánimos de la gente.
Días atrás, cuando se llevaban adelante los ejercicios precompetitivos del Club Luqueño, desde los alto parlantes de la nueva olla, realizaron una clara alusión a una situación personal de Diego Barreto, cuando (por segunda vez) hicieron sonar a modo de provocación la canción «Mariposa traicionera» del Grupo mejicano Maná.
Luego, finalizado el partido de copa Libertadores, donde el jugador del Zamora, Guillermo Paiva, realizara un provocador gesto a la hinchada de cerro, en clara alusión a las 3 copas libertadores ganadas por el conjunto franjeado, los ánimos de los jugadores se caldearon. Si bien ellos son profesionales y no se puede justificar su actitud, se puede llegar a entender la reacción en el nivel del pulsaciones y el stress propio de un partido de estas características. Ahora, de ahí a que dirigentes reaccionen como barrabravas es más grave y si esa reacción es de una dirigente de la subcomisión de cultura, aún mucho más grave.
Ver: ¿Quién genera violencia en el fútbol?
Es tiempo de cambiar, es tiempo de asumir los costos de nuestras acciones. No se tratá de borrar un twit (asumiendo en alguna medida e error) y luego, ante las críticas, doblegar la apuesta, volver a resaltar como correcta su actitud y encima intentar desviar la atención, hablando de los diferentes niveles de estudio alcanzados, como si eso la hiciera «gente». Sepa usted disculpar, no se convierte en gente por un título universitario, muy por el contrario, demuestra que solo tiene un cartón colgado de la pared, porque de la vida, no estaría entendiendo demasiado ¿Se queja de Paiva? usted no está actuando mejor que él.
Fecha tras fecha, el club Cerro Porteño se va sumergiendo en las tinieblas de la hipocresía y la doble moral, es tiempo de saber cual es el lugar que ocupan y cuales son sus responsabilidades y, si acaso no están en condiciones o no están dispuestos a hacerlo, den un paso al costado, Cerro es más grande que ustedes, Cerro no los necesita.
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