La mega-corporación estadounidense Walt Disney ha tomado en los últimos años un fuerte discurso político como solía tener en la década del 50, pero esta vez en lugar de estar asociado al americano y nacionalismo, defiende el socialismoy el revisionismo histórico.
Sin embargo, aparte de un sutil mensaje en la publicación de sus más recientes contenidos, en las pasadas semanas, esta inclinación ha alcanzado un nuevo nivel, cuando desde la compañía emitieron un comunicado oficial asegundo que los Estados Unidos se fundaron en base a un racismo sistémico.
De acuerdo a una investigación periodística realizada por el escritor y periodista Christopher Rufo, con la participación de informantes internos dentro de la empresa, la corporación cinematográfica más importante del mundo ha elaborado un programa llamado »Reimaginar el Mañana», desde donde se baja línea a los empleados sobre la importancia de destacar el »racismo sistémico», los »privilegios blancos» y las »microagresiones» en su trabajo.
Disney enseña hace varios años en estos cursos que los Estados Unidos tienen una larga historia vinculada al »racismo sistémico» y a la «transfobia«, aconsejando a sus empleados blancos que se instruyan de manera individual en asuntos de racismo y no esperen a ser «corregidos» por un compañero de color.
La compañía ha adoptado esta postura en toda su estructura interna. Por ejemplo, dicta pautas relacionadas a la convivencia dentro de la organización, instando a sus empleados a:
- Reconocer la manera en que sus colegas procesan la manera desproporcionada en la que la pandemia afecta a la comunidad negra.
- Evitar hablar de temas como las muertes de personas como los delincuentes Breonna Taylor y George Floyd, así como también referirse a las protestas realizadas en respuesta de dichos decesos, ya que podría »herir las susceptibilidades» de los «compañeros de color».
- Optar por autores, periodistas y organizaciones que sean de color antes que autores blancos cuando se eduquen en asuntos relacionados con el racismo.
Además, a los empleados blancos se les aconseja trabajar sentimientos de culpa, vergüenza y se los insta a »escuchar con empatía» a sus colegas de color, ejerciendo una clase de racismo inverso contra los empleados blancos.Otra actitud repudiable de Disney para con sus empleados blancos es que los obliga a «no cuestionar o debatir las experiencias que otros colegas negros hayan vivido«. En lugar de eso, se los exhorta a reservarse el juicio.
A su vez, la compañía aconseja a sus empleados a abandonar el concepto de igualdad, el cual «pone a todos en las mismas condiciones«. En su lugar, se les aconseja adoptar el principio de equidad, el cual «propone que se adapten las condiciones para cada individuo«.
En el contexto de la equidad y la justicia racial, Disney lanzó un desafío de 21 días que consiste en que sus empleados realicen distintas actividades y lean diversos artículos relacionados con la justicia racial y tratándoles de inculcar un pensamiento de culpa a sus empleados por el mero hecho de ser blancos.
Hace ya unos años, Disney realizó entre los empleados un cuestionario tipo »checklist» para determinar los »privilegios blancos» que tienen cada uno de los trabajadores blancos de la empresa.
Según la información a la que pudo acceder Rufo, estos cuestionarios tienen afirmaciones totalmente inadecuadas como ponerle verdadero o falso a la frase »nunca fui violado», con la intención de marcar que es un «privilegio de blancos» nunca haber sido violado.
Luego de eso, a los »participantes» que hayan marcado más de 4 de las 10 preguntas realizadas se les insta a cambiar su »cultura blanca dominante».Algunas actitudes como el individualismo y la competencia son duramente criticadas por los ejecutivos de la empresa, y según Rufo se han expulsado múltiples empleados en los últimos años por presentar este tipo de actitudes.
Según la compañía, los que no adhieren al sentimiento de colectivismo y a la inclusión son parte del problema de los privilegios de la cultura blanca.
Para concluir, Disney insta a los empleados blancos a leer una guía de la empresa con 75 pasos para poder entender la justicia racial, y se alienta a los empleados blancos a leer y poseer más libros de autores afroamericanos.
Dentro de esta sección, se recomienda específicamente informarse sobre las Leyes de Jim Crow, una serie de leyes estatales en el sur del país que promulgaban la segregación racial en las instalaciones públicas. Como reveló Rufo, esta guía no cuenta que las leyes de Jim Crow fueron aprobadas por el 100% de las legislaturas demócratas en el siglo XIX y rechazadas por el 100% de las legislaturas republicanas.
La guía también alienta a sus lectores a abogar por el desfinanciamiento de las fuerzas policiales, a las cuales acusan de racistas y de transfóbicas, culpándolas por las muertes de George Floyd y Breonna Taylor, entre otros, y por presuntamente realizar una persecución hacia la población afroamericana y gay.
Siguiendo la misma entonación, la compañía cinematográfica ha lanzado campañas internas para »grupos segregados de menor tamaño» como lo serían los hispanoamericanos y los asiaticoamericanos.
En la empresa, los trabajadores que pertenecen a estas distintas comunidades son separadas en grupos de afinidad, a los cuales se les aplica un nombre diferente a cada uno según lo que supuestamente identifica a cada comunidad. El grupo de los hispanoamericanos, por ejemplo, fue nombrado »Hola», el de los asiáticoamericanos fue nombrado »Compass», y el de los afroamericanos fue nombrado »Wakanda».
Su objetivo es potenciar a las comunidades segregadas, pero irónicamente utilizan programas de segregamiento, no solo separando a la gente blanca de la negra, si no que separando a las demás minorías del todo el resto.