Analisis
Las tres flechas de Hidetora
Publicado
hace 3 añosen
Crecen los barrios «No Go» en Europa, mientras la traición y el odio de la izquierda se acrecienta entre los partidos liberales para acabar con el viejo orden mundial. En este caso, para entender un poco mejor lo que está ocurriendo, acudo a la película «Ran» y a la metáfora de las tres flechas de Hidetora. Un director nipón, que a través de su película convierte la historia del -Rey Lear- de Shakespeare, en una metáfora sobre el final de los tiempos.
«Cuenta la história, que Hidetora, un poderoso señor feudal, ya anciano y algo senil, coge tres flechas y las reparte entre sus tres hijos. «Quebradlas», les pide. Los jóvenes obedecen, desconcertados, y parten en dos las saetas. Acto seguido el viejo les entrega tres flechas juntas: «Probad de nuevo». A pesar de su fuerza, ninguno de los vástagos puede romperlas. «Una simple flecha se puede partir con facilidad, pero no las tres unidas», responde, sonriente y orgulloso. Esta hermosa lección sobre la unidad del poder familiar queda empañada cuando el tercero de sus hijos, Saburo, el más pequeño, harto de los consejos de su padre y de los rituales centenarios de una cultura arcaica y caduca, coge las tres flechas y las rompe con la rodilla, para escándalo del progenitor, que lo toma como una ofensa personal por haberle estropeado la moraleja y lo deshereda.»
Tras los nobles trajes de seda de los grandes señores que inspiran esa tradición se esconde, como después se demuestra en la película, la cobardía, el pillaje y la traición. Solo hace falta el ingenio (y un poco de valor) para «romper» el viejo sistema, firme en apariencia pero, tremendamente vulnerable, como las flechas que quiebra Saburo. La vida de los tres hijos quedan cercenadas en el campo de batalla».
La metáfora de las flechas nos dice: si los tres hermanos hubiesen permanecido unidos, como debiera estarlo la humanidad en momentos de crisis, sería invencible. Pero la división continua en medio de nuestra propia guerra.
El odio de la izquierda no es algo nuevo, ni invita a nadie a surfear por las redes sociales en una búsqueda exhaustiva de lo que todo el mundo ya conoce. Ahora bien, que los liberales de la pseudo-democracia se han acoplado el discurso acompañado de una falsa ambigüedad, eso si que es nuevo. La entrada en escena del pseudomarxismo ha ido socavando los verdaderos cimientos de occidente, hacia el llamado Nuevo Orden Mundial. Y el neoliberalismo ha ido amedrentando a las masas invitándoles a entrar en el juego con falacias y falsas promesas.
En estos últimos meses, varias organizaciones y entidades provida han sido atacadas en Estados Unidos, con cocteles molotov, incendiando y destrozando todo a su paso. Más de 60 ataques se han dado a lo largo y ancho del país, sin que la administración Biden haya condenado dichos actos vandálicos. ¡Claro, que solo interesa hablar del terrorismo doméstico del supremacismo blanco!
En Europa, tenemos el índice de datos contrastados por la propia policia nacional de diversos países como, Inglaterra, Francia, España, Suecia, donde se vincula el alto índice de criminalidad a manos de una inmigración, la musulmana, a la que se le señala ya abiertamente, como la gran amenaza dentro de las fronteras de occidente, pero que ningún gobierno quiere dar voz, ni los grandes medios de comunicación quieren informar. Todo es silencio ante una evidencia objetiva y real.
En el periódico El Mundo, el escritor y ensayista Juan Eslava Galán dijo al final de una entrevista: «la inmigración musulmana es inasimilable, y con ella estamos recurriendo a nuestro suicidio como cultura”. Estas declaraciones son políticamente incorrectas, pero son totalmente ciertas. En Francia, Inglaterra e incluso Suecia, existen ya los barrios «NO GO» estas barriadas de Europa, son las marcadas por la ley de la Sharia musulmana.
-A la entrada de algunos barrios de Londrés cuelgan carteles que dicen: «Usted está entrando en una zona controlada por la Sharia: reglas islámicas obligatorias».
-En Francia hay aproximadamente 750 zonas «no-go». Por su parte, el gobierno holandés se ha visto obligado por los tribunales para emitir una lista de «no-go» zonas para el público.
Y todo esto a tan solo cinco kilómetros de ciudades como París o Londres. Basta con localizar el barrio de San Dennis en el mapa, y ver los últimos acontecimientos de la final de Champions entre el Real Madrid y el Liverpool.
Según el medio «La Información», algo que podemos encontrar en cualquier otro medio de internet, la Policía francesa explica que, en algunos barrios, los islámicos más radicales cortan el tráfico para las oraciones del viernes, lo que impide que los residentes que no son musulmanes entren o salgan de la zona. Algunas mezquitas también retransmiten las oraciones por sus altavoces. En Italia, los musulmanes que se agrupan cerca de la Piazza Venezia en Roma han reclamado esa zona como espacio exclusivo para la oración y la Iglesia de San Petronio en Bolonia es objeto de ataques diarios por la representación de Mahoma en el infierno tal como fue adaptada del infierno de Dante. En Suecia, los bomberos han sido atacados mientras apagaban un incendio en una mezquita en una zona «no-go» y es cada vez más habitual que se quemen coche perteneciente a un no musulmán.
El yihadismo está llegando a implantarse en Europa con el beneplácito de sus gobernantes, yo me pregunto ¿Con qué propósito?, estos barrios no se trata de zonas deprimidas de África o incluso de América Latina. Son distritos europeos que por la droga, las bandas y, ahora, el yihadismo se han convertido en zonas de exclusión para todos aquellos que no pertenezcan a su mundo.
Algunos de los barrios más peligrosos de Europa son, según fuentes policiales al Diario La Información:
1- Molenbeek (Bélgica)
Un gueto musulmán, un pequeño Marruecos en el corazón de Europa. Viven 100.000 personas, principalmente, turcos y marroquíes de segunda y tercera generación. Allí se ubican hasta 22 mezquitas de distinto tamaño. De ahí, que cada día, cinco veces, en las calles de este barrio se escuche la llamada a la oración.
2- Roubaix (Francia)
Es una comuna con 100.000 habitantes que se extiende a lo largo de la frontera con Bélgica, país vecino al que se puede acceder desde el casco histórico a pie o en bicicleta. La ciudad más pobre de Francia, según diversas estadísticas, es una prolongación de Lille, en la que el 75% de sus habitantes vive en situación de pobreza.
Hasta mediados de los noventa, Roubaix era una ciudad que se asociaba a la delincuencia, herencia de la desindustrialización textil y del desarrollo urbano desmedido. Sin embargo, en 1996 una serie de robos y un asesinato perpetrados por siete veteranos de la Guerra de Bosnia y vinculados a grupos que después se asociarían a Al Qaeda cambiaron la suerte de la ciudad: Le Gang de Roubaix introdujo el cariz yihadista.
3-Rosengård (Suecia)
Este barrio se encuentra en Malmö, la tercera ciudad de Suecia, al sur del país, de unos 300.000 habitantes y con una alta presencia de inmigrantes musulmanes de origen libanés, bosnio, iraquí y kosovar. De este barrio es precisamente originario Jalid al-Yousef, un musulmán nacionalizado sueco de 43 años al que se acusa de financiar a movimientos terroristas como Hamás y las «Brigadas de los Mártires de al-Aqsa», y de reclutar jóvenes decididos a inmolarse en atentados suicidas.
4-El Príncipe, (España)
El Príncipe es un enorme arrabal encaramado en unas lomas cercanas a la frontera del Tarajal, que separa Ceuta de Marruecos. Ese hormiguero de callejuelas sin salida, túneles subterráneos y chabolas es el lugar más conflictivo de la ciudad española con mayor índice de delincuencia, según las últimas estadísticas del Ministerio del Interior. La presión policial obligó hace años a casi todas las bandas de narcotraficantes que lo controlaban a desplazar sus bases de operaciones a Marruecos, pero pronto aparecieron otras bandas criminales que hacían casi imposible el acceso a la Policía: trata de personas, inmigración irregular y, ahora, yihadismo.
Juan Eslava Galán, dijo: “a esta edad me lo puedo permitir”. ¿Qué significa eso? Pues que incluso en esta sociedad a la que llamamos democrática no se puede hablar libremente a cualquier edad porque te pueden crucificar verbalmente, te pueden golpear o apuntarte en una invisible lista negra para no darte trabajo por xenófobo. Estos son los nuevos Sanedrines inquisitoriales liberales.
Mientras tanto sube el gasoil, la inflación no deja de crecer, y nos siguen tomando el pelo con eso de que son los políticos los que manejan el cotarro, y la guerra de Ucrania y Putin, tienen la culpa de todo.