No pasaron 24 horas desde la matanza de 50 católicos en la Iglesia de San Francisco Javier en Ovo, Nigeria, cuando el Estado Islámico anuncia el asesinato de otros 20 cristianos y sus casas quemadas en un ataque de sus terroristas perpetrado en la región de Ituri, al este del Congo.
En un informe de Libertad Religiosa en el Mundo 2021 de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) advierte que en África “la violencia es terrible”, y señaló que “el número de personas asesinadas por grupos armados en Burkina Faso, Camerún, Chad y Mali entre enero y mediados de abril de 2020 era más del doble en comparación con el mismo período de 2019″
“Aunque musulmanes y cristianos son víctimas por igual de la violencia extremista, con la creciente radicalización islamista, los cristianos tienden a convertirse cada vez más en un objetivo específico de los terroristas que pretenden eliminar el pluralismo social y religioso característico de la región”, añade.