Sánchez Dragó escribió en un artículo escrito el 25 de febrero de 2019 en el diario El Manifiesto:
«Quieren convertir el planeta en un hormiguero habitado por bípedos implumes, igualados todos por la distopía orwelliana y desprovistos de sus anteriores rasgos identitarios, sin excluir los anatómicos. O sea: el ser humano como tábula rasa para sembrar en ella todas las clonaciones conducentes a la unánime sumisión a la idolatría del Becerro de Oro.»
Al más puro estilo de unas catastróficas desdichas, los acontecimientos nos acorralan, la vida nos asombra y sucumbe al torrente de noticias que no tienen parangón en la historia de la humanidad, al menos no, en un espacio de tiempo tan corto y de tan proclive auge como deterioro de las mismas. La vorágine noticiera nos plantea el dilema de mantenernos en una continua alerta paranoica, al más puro estilo de una pirotecnia clásica, y así trasladarnos a una simple y compleja zona a los límites de la realidad.
Una España vaciada se queda sin historia y filosofía en sus aulas escolares. Una España idiotizada por la cultura woke y de anodina moralidad, se embarca en un genocidio formativo. El nuevo plan educativo del gobierno de España y sanchista, ya no quiere saber nada de la historia cronológica y la filosofía, en las aulas educativas en escolares de entre 12 y 18 años de edad. De un plumazo ya no se enseñará: La Conquista de América o la Revolución Francesa. Entre otras historias, tampoco se enseñará la asignatura de filosofía. Ahora me pregunto, ¿por qué será que hay tanto borreguismo entre nuestros paisanos? Recordemos que la educación religiosa en las escuelas públicas ya no tiene incidencia. Por primera vez en la legislación educativa, el Ministerio de Educación no detalla los hechos históricos y renuncia a un estudio cronológico de la Historia. Además, desaparece del todo la Filosofía en esta etapa obligatoria.
Eso sí, se estudiará y se fomentará la ideología woke, a saber: Trabajo Monográfico, Servicios a la Comunidad, Formación y Orientación Personal y Profesional, Digitalización o Economía y Emprendimiento. También estudiarán la asignatura Valores Cívicos y Éticos, cuyos contenidos son «memoria democrática» (según el modelo de la izquierda), «ecofeminismo», «ética de los cuidados» y «derechos LGTBIQ+».
En la asignatura de Matemáticas desaparecen los logaritmos y el manejo de expresiones radicales. Y en Lengua y Literatura Castellana ya no se dará buena parte de la historia literaria.
Por lo tanto, estamos avanzando hacia un adoctrinamiento educativo por imposición gubernamental. Los clásicos como Aristoteles, Platon, Homero, T.S.Elliot, dejarán de leerse y estudiarse en las aulas juntos a sus obras de relevancia. ¿Desaparecerá el Quijote de Cervantes? ¿Dejaremos de estudiar la Armada Invencible Española, al igual que las lecturas, El Mito de Sísifo o, La Caverna de Platón? Tampoco tendremos maestros que nos hagan disfrutar como si estuvieran entre nosotros escritores como San Agustín, Santa Teresa, o, J.R.R.Tolkien, que cambien la vida de nuestros jóvenes.
Está claro que vivimos tiempos mefíticos, es decir, que estamos respirando un aire tóxico e irrespirable en nuestras aulas españolas. Están envenenando a nuestros hijos con una cultura inadecuada, inapropiada, e insalubre. Por favor no crucen este Rubicón, no lo crucemos volvamos atrás, o a este país no lo conocerá ni su madre. Como dijo en algún momento el escritor Sánchez Dragó: ¿Cómo será el mundo del futuro? ¿Quién lo heredará? Los biólogos manejan hipótesis diferentes. Algo, a mi juicio, es seguro: no serán los hombres, esos mamíferos depredadores que caminan con paso firme, y a la vez incierto, hacia su extinción.
La farsa en la que se está convirtiendo el gobierno sanchista, atrapado en un sistema político impuesto por los zorros oligarcas que cuidan de las gallinas, que de ellas extraen los beneficios, se está convirtiendo en títere wokiano caído del paredón. Involucionamos, todo apunta a una clara extinción de los valores de antaño, para caer en manos de las nuevas cruces de hierro hitlerianas, y tengamos a la postre que vivir, en jaulas de zoos, a exposición de épocas pretéritas irreconocibles en una sociedad orweliana.
Menos mal que en el otro lado del atlántico, el estado de Florida deja al colectivo LGTBQ+, fuera de las aulas, asestando un golpe muy duro a las políticas liberales de Biden. Es posible que en España necesitemos un gobernador como Ron De Santis, claro y enérgico, dispuesto a proteger el derecho de los padres, a decidir sobre la educación de sus hijos.
Pero creo que, en España, como dijo Lope de Vega, «el vulgo es necio, preferirá, como casi siempre, Barrabás a Jesús. «