Analisis

Presidente Zelenski y el amargo precio de la torpeza

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Para nadie es un secreto que el Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin es un asesino despiadado y lo peor de todo, es que está al frente de un Estado-potencia con el segundo Ejército más poderoso del mundo. Putin gobierna Rusia con un férreo totalitarismo, por lo que encarcela caprichosamente a sus adversarios como Mijail Jodorkovski o en la peor de las suertes los asesina, recordemos el caso del ex agente Alexander Litvninko envenenado con polonio o más recientemente Alekséi Navalni, aunque sobrevivió hoy está encarcelado.

Pero las características más temibles de Putin no son las antes descritas, sino su capacidad de realizar asesinatos en masa con operaciones militares, tal como lo hizo ya el pasado 2008 en Georgia una nación ex URSS, donde redujo a escombros gran parte de Osetia o cuando se fue apoyar a tirano Bashar al-Assad y técnicamente destruyeron por completo la ciudad de Aleppo al noroeste de Siria.

El pasado 20 de mayo de 2019, asumió la Presidencia de Ucrania el actor cómico venido a político Volodímir Zelenski y ese mismo día anunció la disolución del parlamento ucraniano (La Rada). Con lo cual, Zelenski inauguraba su recién instaurada presidencia con un estilo confrontacional, con una marcada retórica anti-Rusia y ecléctica, es decir, nacionalista y pro-europeista, ciertamente a tono con el espíritu mayoritario de los ucranianos manifestado en las históricas protestas de 2014.

Justamente allí es donde encontramos en gran error de Zelenski, pues, el nobel mandatario ucraniano se sesgó hacia la visión idealista de las relaciones internacionales. Es decir, aquella que asume que cada país es autónomo, soberano e independiente para desarrollar dentro de sus fronteras las políticas que considere que hubiere lugar y sean convenientes para sus fines estratégicos nacionales, llámese política exterior, de defensa, comercial, entre otras.

Sin embargo, en la realidad, la dinámica del relacionamiento de los Estados sobre el complejo tablero mundial, termina siendo dominada por los intereses de las potencias que se cruzan con los gobiernos locales, en términos técnicos, la realpolitik (realismo político). Una realidad extremadamente más sensible, cuando divides frontera con el totalitario Estado ruso de Putin.

Todas esas condiciones, sin duda son poderosos condicionantes para la política exterior de Ucrania, infelizmente, Zelenski optó por acelerar la europeización de Ucrania entendiendo que ésta condición actuaría como un freno o factor de disuasión ante la amenaza que significa Rusia. En ese afán, inició las tratativas para el ingreso de Ucrania a la OTAN.

La iniciativa de Zelenski, rápidamente fue respondida por un enérgico rechazo desde el Kremlin, que una y otra vez, tanto en la voz del Canciller ruso Sergei Lavrov como del mismo Presidente Putin. A esto se suma, la torpe decisión de Ucrania de mantener combates con fuerzas de las repúblicas de Donnetsk y Lugansk (en la denominada región del Donbass). Un catastrófico error más, pues, recordemos que Ucrania firmó el Acuerdo de Minsk el 2015, donde Kiev y Moscú reconocieron a la República Popular de Donetsk y la República Popular de Lugansk.

La suma de los errores de Zelenski despertaron el gran oso, quien pasó de los micrófonos al terreno y envió más de 100.000 soldados a la frontera con Ucrania. Ya en medio de la tensión, Ucrania tuvo una gran oportunidad para evitar la invasión, esta vino de la mano del Presidente de Francia  Emmanuel Macron, quien en su último encuentro con Putin en Moscú planteó la posibilidad que el gobierno de Kiev desistiera de unirse a la OTAN.

Infelizmente, esta lúcida y realmente clara propuesta de solución a la crisis fue desechada por el Presidente Zelenski, quien se mantuvo obstinado en su política anti-Rusia. Lo que no entendió –y me temo que hasta ahora- es que su postura radical ha sido totalmente autodestructiva.

Para finalizar, si bien es cierto, que Putin es un ser despiadado y cruel, no es el único responsable de todas las muertes, destrucción y dolor que sufre Ucrania hoy, pues, los errores e intransigencia de Zelenski sin duda también fueron elementos que conllevaron a esta catastrófica situación que luego de una semana de conflicto y con más de 200 soldados rusos sobre territorio ucraniano, los próximos días veremos la fase final de la invasión, una masiva y sangrienta operación aérea que terminará con la caída del gobierno de Zelenski o su magnicidio, un duro y amargo precio que pagará por su falta de capacidad política, de negociación y de dominio de las relaciones internacionales.

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