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Así terminan las aventuras ideológicas de género

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Una niña de 4 años que fue adoptada cuando tenía 2 meses de vida por una familia de la ciudad misionera de El dorado (Argentina) fue repentinamente arrebata de su seno por decisión de la jueza de familia Corina Jones y entregada a una pareja de mujeres policías de la ciudad de Posadas.

Según publica el diario La Voz de Misiones, la madre biológica de la pequeña es una paciente psiquiátrica, tiene esquizofrenia y vive en la calle. En ese marco, la familia Dávalos la crió desde recién nacida y nunca dejó de tener contacto con la familia de sangre.

«No nos dieron ningún tipo de explicación, solamente les citaron a mi hermano y mi cuñada al juzgado para quitarles a la niña. Pedimos por favor que la devuelvan. Es injusto que luego de casi cuatro años de vivir con su familia quieran llevarla con desconocidos», refirió la tía, Andrea Dávalos

«Se la llevaron desvanecida, la nena no paraba de llorar, le están causando un daño psicológico irreversible. Tengo entendido que se la entregaron a dos mujeres policías de Posadas que son pareja, pero no sabemos ni dónde la llevaron, estamos desesperados», agregó la mujer.

El caso generó una fuerte conmoción en El dorado porque las imágenes en el mundo en que se llevan a la criatura con la policía fueron viralizadas. Los gritos son desgarradores: «Acá te espero, Anto», clamó la madre adoptiva de rodillas.

Imágenes del dramático momento vivido por la niña

Las familias de sangre y adoptiva de la pequeña pidieron explicaciones en el juzgado. “Mi hermano y cuñada hicieron todos los trámites de adopción, el mismo juzgado que les dio el bebé con solo 2 meses de vida hoy se lo quitó sin explicación”, dijo la tía.

Bozal legal
 

La abrupta decisión judicial llegó luego de que la pareja se encontraba terminando los trámites para concretar la adopción.

Jones, que juró como jueza el el 8 de septiembre de este año, ordenó de manera paralela a guardar silencio a los padres de Antonella, a través de un bozal legal.

La orden de silencio también se extendió a la abogada que los representa, Sandra Olcece; a la familia biológica que acompaña el reclamo (una hermana y una tía) y a su abogado, Juan José Selva Andrade.

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