El presente de San Lorenzo no es fácil. Necesitado de remontar en lo futbolístico, busca entrenador y tendrá por delante un mercado con varias salidas de jugadores. Sin embargo, su actualidad es mejor que la de Cerro Porteño, su rival (la ida es el 24/7) en los octavos de la Libertadores.
El club guaraní atraviesa un pésimo momento institucional y la reciente venta de Juan Escobar al Cruz Azul mexicano provocó un quiebre en el Departamento de Fútbol con las renuncias de dos (Enrique Berni ya la presentó y Ariel Martínez lo haría en estas horas) de los cinco miembros.
La transacción por el central, una de las figuras del equipo, se cerraría por cerca de u$s 7.000.000, pero el lío se generó porque hace apenas unos días la Comisión Directiva lo había declarado intransferible. A quien responsabilizan por la venta es al ex presidente, Juan José Zapag (hermano de Raúl, el actual mandatario, y vice 1° a cargo de las finanzas).
Cerro Porteño -y los Zapag- asumieron una importante deuda (se habla de cerca de 40 millones de dólares) para la construcción de la Nueva Olla y ahora debe afrontar esas obligaciones, por lo que está necesitado de vender. Esta salida de Escobar se suma a la de Oscar Ruiz al Morelia y encima se descartó la posibilidad de sumar a Iturbe y Oscar Romero.
Pero hay más: sorpresivamente, la semana pasada fue despedido el entrenador, Fernando Jubero, ya que estaba sumergido en rumores de mala relación con el plantel y los buenos resultados no le alcanzaron para conseguir ningún título mientras Olimpia, su rival se consagró tricampeón.
El primer candidato que surgió fue Ramón Díaz, descartado por su elevado contrato. Ahora sonaban Pedro Troglio y el ex DT de la selección guaraní, Chiqui Arce. Sin embargo, surgió la información de que estaría acordada la llegada de Mariano Soso y los hinchas estallaron. Los cerristas, ilusionados con la Copa, esperaban la llegada de un técnico de más renombre y hasta un grupo de vitalicios le presentó una nota al gerente deportivo oponiéndose al arribo del ex Lobo.
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