Un informe de las Naciones Unidas ha revelado el impacto significativo que ha tenido la participación de atletas transgénero en competiciones femeninas, resultando en la pérdida de una gran cantidad de medallas para las atletas biológicamente femeninas. El estudio, titulado «Violencia contra las mujeres y las niñas en el deporte», argumenta que las políticas implementadas por federaciones deportivas internacionales y órganos nacionales han permitido a personas nacidas hombres competir en categorías femeninas, lo que ha resultado en una «pérdida de oportunidades justas» para las competidoras biológicas.
El informe, presentado por Reem Alsalem, relatora especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, señala que más de 600 atletas femeninas han perdido alrededor de 890 medallas en 29 deportes debido a la participación de atletas transgénero. Según Alsalem, los atletas nacidos hombres poseen características físicas ventajosas, como mayor fuerza, que desequilibran la competencia en ciertos deportes.
Durante su presentación ante la Asamblea General de la ONU a principios de este mes, Alsalem también instó a que las Naciones Unidas proporcionen mayores protecciones para las mujeres y niñas en el ámbito deportivo, afirmando que su capacidad para competir en condiciones de seguridad, dignidad y equidad ha sido erosionada por la inclusión de hombres que se identifican como mujeres en competiciones y espacios exclusivos para mujeres.