La fiscal Karina Caballero Hellion, encargada de la investigación sobre el inquietante episodio frente a la residencia del embajador de Taiwán en Paraguay, José Chih-Cheng Han, restó importancia al caso, dejando preguntas sin respuesta y muchas preocupaciones. Durante una entrevista con ABC Cardinal, la fiscal aseguró:
“Quiero dar tranquilidad a los medios de comunicación porque sacaron que mi unidad estaba investigando un caso de espionaje, lo cual me llamó muchísimo la atención”.
Estas declaraciones subestiman el contexto geopolítico en el que se desarrollan los hechos, así como la gravedad de las acusaciones. Un vehículo perteneciente a Huawei Technologies Paraguay S.A., empresa con vínculos estrechos con el régimen comunista chino, fue identificado tomando fotografías frente a la residencia diplomática. Sin embargo, Caballero Hellion lo redujo a una simple «verificación de hechos».
La fiscal afirmó que el caso fue «mezclado» con otros eventos recientes, como la expulsión del diplomático chino Xu Wei por intromisión en asuntos internos de Paraguay y el ataque cibernético perpetrado por hackers chinos. Pero estos eventos no son hechos aislados; forman parte de un patrón de acciones hostiles hacia Paraguay por parte de China continental. Ignorar este contexto es un error estratégico.
Huawei, la empresa involucrada, tiene un historial de sospechas de espionaje en todo el mundo. Gobiernos como los de Estados Unidos, Canadá y varios países europeos ya tomaron medidas restrictivas contra la firma por sus vínculos con el régimen de Xi Jinping. Paraguay, un aliado clave de Taiwán, no debe tomar estos indicios a la ligera, especialmente cuando la empresa busca participar en la próxima licitación para la red 5G.
El intento de la fiscal por minimizar el caso envía un mensaje ambiguo en un momento crítico. El vínculo entre Huawei y el gobierno chino, hostil hacia Taiwán, debería ser motivo de una investigación exhaustiva y transparente. Taiwán es un aliado estratégico para Paraguay, y cualquier intento de socavar esa relación merece ser tratado con seriedad.
Caballero Hellion no solo omite considerar el contexto político internacional, sino que también ignora las implicancias económicas. La entrada de Huawei al mercado 5G de Paraguay podría ser utilizada como un “Caballo de Troya” para ejercer presión sobre el país y sus relaciones diplomáticas.
La fiscalía tiene el deber de investigar a fondo este incidente y considerar todas las aristas. Minimizar el caso no solo es irresponsable, sino que también pone en riesgo la soberanía nacional y la estabilidad de las relaciones internacionales de Paraguay.