En una reciente entrevista, el ministro de Justicia de Argentina, Mariano Cúneo Libarona, anunció que las denuncias falsas por violencia de género serán castigadas con penas de hasta tres años de prisión. Según el ministro, presentar una acusación sin fundamento constituye un delito grave, no solo por el perjuicio al acusado, sino también por el uso indebido de los recursos judiciales. «Le fuiste a mentir al juez. Es gravísimo. Gastaste recursos durante tres o cuatro años», afirmó Cúneo Libarona, subrayando la importancia de preservar la integridad del sistema judicial y la justicia para quienes verdaderamente sufren abusos.
En este contexto, el gobierno busca implementar sanciones más severas como parte de una reforma integral del Código Penal, que también pretende reforzar la protección a la familia, la cual el ministro define como el «núcleo central de la sociedad».
La propuesta de penalizar las denuncias falsas es solo una de las iniciativas que impulsa la administración de Javier Milei para hacer frente a la creciente criminalidad en el país. Otra medida clave es la reducción de la edad de imputabilidad a los 14 años, con el objetivo de responsabilizar a los jóvenes que cometen delitos graves.
Estas acciones forman parte de una política de mano dura que, según Cúneo Libarona, busca confrontar lo que él denomina como «libertinaje de género», una problemática que, en su opinión, está estrechamente vinculada a estructuras corruptas de larga data. Sin embargo, el ministro dejó en claro que los casos auténticos de violencia de género seguirán siendo tratados con el «máximo rigor», y calificó las violaciones como hechos «absolutamente inaceptables».