Por Guillermo Melgarejo
Hablar de la libertad de expresión es hablar de uno de los pilares de la sociedad, protegerla es vital para todos, ¿pero que implica necesariamente la libertad de expresión? razón por la cual en este artículo trataremos de dar una luz sobre lo que es, y que no es necesariamente decir lo que uno quiere.
La libertad de expresión es un derecho fundamental que garantiza a los individuos la posibilidad de expresar sus ideas, opiniones y pensamientos sin censura o represalias por parte del Estado. Sin embargo, en la actualidad se ha generado un debate en torno a si esta libertad implica el derecho a decir cualquier cosa que se desee.
Es importante recordar que la libertad de expresión no es ilimitada y está sujeta a ciertas restricciones legales. En la mayoría de los países democráticos, se prohíbe la difusión de discursos de odio, la incitación a la violencia, la difamación y la calumnia e injuria, que son hechos tipificados en el código penal de nuestro país.
Estas restricciones tienen como objetivo proteger otros derechos fundamentales, como el derecho a la igualdad, la dignidad humana y la seguridad pública. Además, la libertad de expresión conlleva a la responsabilidad de las palabras que se emiten. La constitución nacional garantiza la libre expresión:
Se garantizan la libre expresión y la libertad de prensa, así como la difusión del pensamiento y de la opinión, sin censura alguna, sin más limitaciones que las dispuestas en esta Constitución; en consecuencia, no se dictará ninguna ley que las imposibilite o las restrinja. No habrá delitos de prensa, sino delitos comunes cometidos por medio de la prensa.
Toda persona tiene derecho a generar, procesar o difundir información, como igualmente a la utilización de cualquier instrumento lícito y apto para tales fines.
Art. 26 – De la libertad de expresión y de prensa
Es importante tener en cuenta el impacto que pueden tener nuestras expresiones en los demás, especialmente en un mundo cada vez más interconectado a través de las redes sociales y los medios de comunicación, y es mas en las redes sociales en donde se censuran las expresiones, pero es el lugar en donde más se dice lo que se quiere sin muchas veces ser conscientes de las consecuencias que conlleva.
Las palabras tienen poder y pueden influir en la percepción de la realidad, en la conformación de opiniones y en las relaciones entre individuos y grupos. Por lo tanto, la libertad de expresión implica no solo el derecho a expresar nuestras ideas, sino también la responsabilidad de hacerlo de manera respetuosa, informada y consciente del contexto en el que nos encontramos. Es necesario fomentar un diálogo abierto y constructivo, en el que se respeten las diferencias y se promueva el intercambio de ideas de forma inclusiva y tolerante.
La libertad de expresión no es simplemente decir lo que queremos sin consecuencias. Implica un equilibrio entre la defensa del derecho a expresarse libremente y el respeto hacia los demás; y que además las personas se puedan hacer cargos de las consecuencias jurídicas de una mala información, de una difamación, calumnia e injuria, y en donde el ámbito íntimo y privado sea perjudicado por estas expresiones.
Debemos ejercer este derecho de manera responsable, teniendo en cuenta el impacto de nuestras palabras y contribuyendo a la construcción de una sociedad más justa y democrática.