El 49º aniversario del golpe que derrocó al comunista Salvador Allende y dio origen al gobierno de Augusto Pinochet, estuvo marcado por violentos choques entre manifestantes y policías en la capital.
Cientos de personas participaron en una marcha en la capital chilena para honrar a las víctimas de Pinochet pero, durante el recorrido, desde el palacio presidencial de La Moneda hasta el Memorial a los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos, en el Cementerio General capitalino, grupos aislados de encapuchados se enfrentaron con agentes de la Policía antidisturbios.
Además se produjeron saqueos a locales comerciales, lanzamientos de cócteles molotov y el incendio de un vehículo municipal, que la policía reprimió con carros lanza-agua y gases lacrimógenos.
Mientras sucedían los desmanes provocados por los militantes de la izquierda chilena, el presidente Gabriel Boric responsabilizaba a la oposición de la violencia: «La democracia se construye con diálogo, respetando a quien piensa distinto y nunca con violencia y eso ojalá todos quienes reivindican este día lo entendieran», declaró a periodistas, en un video publicado en su cuenta en Twitter.