En un país que debe «cogobernar» con organizaciones como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), los Caparros y el Clan del Golfo, por dar algunos ejemplos, el izquierdista Gustavo Petro habló de la posibilidad de establecer una prohibición total al porte de armas por parte de civiles.
«Yo creo que debemos llegar, en esto de las reformas, a un punto en donde las armas no estén en manos de civiles», recalcó Petro tras cuestionar los permisos especiales que se mantienen vigentes.
No es Petro el primero de los líderes de izquierda, ya lo hizo Chávez, Fidel, lo quiere hacer Boric. La izquierda latinoamericana, una vez más, pretende dejarle «servida en bandeja» la población civil a los delincuentes.