Durante las últimas horas, el Gobierno ruso expresó su desacuerdo con las afirmaciones publicadas este lunes que aseguran que la Federación de Rusia ha incurrido en un impago de las obligaciones de su deuda denominada en divisas, algo que no había sucedido desde 1918.
Consultado en rueda de prensa sobre si Moscú compartía estas afirmaciones, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, se ha limitado a responder: “No, no estamos de acuerdo”.
De acuerdo la agencia estadounidense Bloomberg, la administración de Vladimir Putin ha dejado de cumplir las obligaciones de pago de su deuda denominada en moneda extranjera por primera vez en más de un siglo, después de que este domingo venciera el periodo de gracia de 30 días para que el Kremlin abonase los alrededor de 100 millones de dólares (95 millones de euros) en intereses de sus bonos cuyo pago estaba previsto contractualmente para el pasado 27 de mayo.
Habitualmente, la declaración formal de impago de la deuda sería efectuada por alguna de las grandes agencias de calificación, pero como consecuencia de las sanciones occidentales estas retiraron sus calificaciones de las entidades rusas.
Sin embargo, de acuerdo con los documentos de los valores emitidos, cuyo período de gracia expiró el domingo, a los que tuvo acceso Bloomberg, los acreedores pueden declarar ellos mismos tal evento de impago si al menos un 25% de los propietarios de los bonos en circulación está de acuerdo, algo que no sucedió hasta el momento.
A pesar de esto, la propia agencia estadounidense reconoce que una declaración de impago de Rusia tiene un carácter “simbólico”.