Apenas días después de que el Congreso Nacional sancionara una ley que permite a la estatal Petropar comprar combustibles sin intermediarios, lo que hace posible la adquisición de hidrocarburos entre gobiernos, el presidente del Senado, Óscar «Cachito» Salomón salió al cruce con la intención de comprar combustibles al régimen de Nicolás Maduro.
Más allá de lo cuestionable que pudiera ser dotar de divisas frescas a un régimen que a todas luces viola los derechos humanos de su ciudadanos, existen toda clase de impedimentos técnicos que hacen, si no imposible, muy difícil realizar la operación.
Una gran parte del petróleo venezolano es crudo pesado, es decir un hidrocarburo que contiene un alto nivel de azufre, se estima que hasta 4.000 ppm (partes por millón). Esto hace que al refinarlo se obtengan productos como gasolinas y diésel con alto nivel de azufre. Aunque se puede realizar un proceso de reducción de ese nivel de azufre, mezclándolo con aditivos o crudos más livianos, logrando que el producto final mejore parcialmente, se vuelve un producto muy costoso.
Especialistas en el tema hablan de que si importamos diésel desde Venezuela el mismo tendrá un nivel de azufre muy por arriba del actualmente permitido por las leyes en nuestro país. En otros palabras, es altamente contaminante y muy perjudicial para el medio ambiente.
Hoy en Paraguay está permitido importar diésel con un contenido máximo de hasta 50 ppm de azufre, esto tanto para proteger al medio ambiente vía baja contaminación del aire como también debido a que los motores actuales están limitados a funcionar con tenores de azufre pequeños de alta compresión.
Si tomamos en cuenta lo que mencionan los especialistas, se entiende que el petróleo venezolano no es apto para nuestro mercado, no solo por las disposiciones legales para importar sino también porque los motores de los vehículos que utilizarían dicho diésel ya no están preparados para utilizar un producto con dicho nivel de azufre. Así las cosas, sería bueno conocer las verdaderas intenciones de la izquierda local para hacer negocios con Venezuela.