Una de las constructoras de origen chino implicadas como presunta integrante de un esquema de corrupción de obras públicas en el gobierno de Pedro Castillo protagoniza uno de los mayores escándalos de pago de sobornos que se vive en Ecuador en estas últimas semanas.
Se trata de China CAMC Engineering CO. LTD, multinacional que tiene dos contratos con el Estado Peruano. El primero fue suscrito con la gestión de Perú Libre en el Gobierno Regional de Junín en noviembre del 2020 para la construcción del nuevo hospital de San Martín de Pangoa. El segundo, del 13 de enero de este año, con la Dirección General de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas para la instalación de un sistema de electrificación en Amazonas.
La fiscalía ecuatoriana acusa a la empresa china de haber pagado un soborno de US$1,3 millones al excontralor general del Estado Pablo Celi de la Torre a cambio de que este último desapareciera una glosa (informe sancionatorio que emite la contraloría) por más de US$22 millones. Por esa razón se le abrió un proceso penal al excontralor a fines de marzo.
El pago de China CAMC se hizo público en Ecuador en junio del año pasado, cuando la fiscalía, en una audiencia pública en otro caso de corrupción que enfrenta Celi, informó que el Departamento de Justicia de EE.UU., a través de una asistencia judicial, le envió documentos financieros de Legalcont LLC que demuestran el depósito.
Es decir, cuando la Dirección General de Electrificación Rural del Ministerio de Energía y Minas del gobierno de Castillo le dio la buena pro a la empresa de origen chino (22 de octubre del 2021), ya se conocía que la compañía había sido acusada de pagar sobornos en el país vecino.
El factor China
Este Diario se comunicó con el presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso ecuatoriano, el periodista Fernando Villavicencio, quien desde su posición viene denunciando el accionar no solo de China CAMC, sino también de las más de 45 empresas de origen chino que llegaron a su país durante el gobierno de Rafael Correa.
Para Villavicencio, no hay obra hecha por una empresa china que no esté libre de cuestionamiento: ya sea por fallas estructurales, sobreprecios o sobornos. De todos estos casos, por ahora el más grave es el protagonizado por la firma China CAMC.
Con información de El Comercio