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Fragmentada por intereses mezquinos, la FACSO-UNA requiere urgente intervención de la Contraloría
Publicado
hace 3 añosen
La Secretaria General del Sindicato de Trabajadores de la Facultad de Ciencias Sociales, Lic. Sara López, recibió una intimación notarial para ratificarse o rectificarse de las expresiones vertidas a través de redes sociales, desde la SITRAFACSO, donde cuestionaban el nombramiento de dos conocidas Trabajadoras Sociales y dirigentes ligadas al PLRA y el progresismo. La situación requiere que entidades como la Contraloría intervenga conjuntamente con el Consejo Superior de la UNA para transparentar la situación.
El comunicado que le valió la intimación a las autoridades de la SITRAFACSO cuestionaba el nombramiento de la directora de la carrera de Trabajo Social, Alejandra Garay y de la directora de Extensión Universitaria, Olga Paredes. El texto afirma que estos nombramientos podrían considerarse de carácter político: “muestran el peso del prebendarismo y del clientelismo en la designación de los cargos de confianza, formas extendidas de corrupción pública”, atendiendo la militancia de las mencionadas en partidos políticos de la oposición.
Persecuciones podrían tener motivaciones Políticas Partidarias en la FACSO/UNA.
El sindicato denuncia además acciones llevadas adelante en contra de una de las docentes asociadas al mismo, como el caso de la docente Elba Nuñez quien se vio obligada a renunciar ante lo que denominan medidas que constituirían “abuso psicológico” sobre la profesional que desempeñaba precisamente la Dirección de Extensión Universitaria, cargo actualmente ocupado por la dirigente liberal efrainista, Olga Paredes.
Así también es importante recalcar la oleada de violencias denunciadas por estudiantes, docentes sin que Lic. Ada Vera, asignada por el Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Asunción, resuelva situaciones que ingresan en el ámbito de su competencia. La mencionada es pareja del actual Senador por el Partido Tekojoja, Sixto Pereira.
En un posteo, la conocida referente feminista Monin Carrizo denunció su desvinculación en el año 2019 desde un posteo de Facebook. La militante de la izquierda feminista afirmó que su desvinculación tuvo motivos político partidarios y criticó la falta de solidaridad de sus propias compañeras de izquierda al quedar desvinculada de la institución comandada por Vera.
En síntesis, ucranizaron la FACSO. Tienen su batallón Azov comandado por las ONG´s, su feminismo e izquierdismo particularísimo, y sus Zelenskys elucubrando como joderle al resto de su población y sus vecinos.
Crisis en la FACSO es sistémica en la UNA: Requiere revisar todas las normativas y procedimientos
Más allá de la “idoneidad” cuestionada por la SITRAFACSO en nombramientos para puestos en la FACSO, queda en entredicho la supuesta “meritocracia” de la que discursean las representantes del oficialismo en la FACSO UNA (progresismo de izquierda).
Una serie de dispositivos de dudosa legalidad y ética, deja sin posibilidad de presentarse a concursos convocados a muchos jóvenes egresados de ambas carreras. Aun teniendo más especializaciones y estudios realizados, en el caso de Sociología, incluso para concurso de auxiliares de cátedra se requiere la carta aval de un docente de dicha carrera, lo cual tiene un peso porcentual bastante denso en la evaluación de las carpetas: ¿es decir tenemos que tener cuates o compinches para poder avanzar en la docencia dentro de la FACSO?
El criterio de la meritocracia se salta de igual manera incluso cuando se trata del abuso del dispositivo “Cargo de Confianza”. Esto es algunos ingresan como tales y luego terminan siendo docentes de alguna cátedra, procediéndose a la larga a legalizar la situación todo esto bajo el amparo del propio Consejo Superior Universitario de la Universidad Nacional de Asunción, que rige a la FACSO UNA hasta tanto se nombre un Decano. Éstos representantes de la UNA no se han opuesto a mecanismos de dudosa transparencia planteadas por la actual encargada de Despacho Ada Vera, lo que requeriría una mayor “concentración” o “mirada con lupa” de los actuales representantes del CSU/UNA para atender situaciones que afecten a ésta Casa de Estudios en un futuro inmediato.
Cargos de confianza por citar ejemplos son la Jefa de Comunicación y candidata por el Frente Guasu en las pasadas elecciones municipales del 2020, Natalia Ferreira, a quien ya se le reconoce supuestos derechos adquiridos como trabajadora permanente de la institución, pese a ingresar como “cargo de confianza”. Así pasa con otros casos sin que ninguno haya concursado, lo que constituiría una “competencia desleal” en términos de “meritocracia”.
La Contraloría General de la República ha cuestionado, desde un informe, la falta de compromiso de las autoridades de la FACSO para institucionalizar y transparentar la gestión universitaria. Entre esos aspectos, la falta de una planificación básica que justifique nombramientos, concursos etc.
Integrantes de la comunidad educativa universitaria se denunciaron así también, situaciones que podrían considerarse como “partidización” de la FACSO, atendiendo los nombramientos y contrataciones de referentes del Frente Guasu, que ya citamos incluyeron supuestamente a candidatas y punteros de las pasadas elecciones municipales. En realidad, más allá de la cuestión partidaria, denota un interés concreto tirado hacia el ámbito de las Organizaciones No Gubernamentales y claro está, los salarios jugosos: una de las denuncias de la SITRAFACSO cuestionaba el salario de más de los 20 millones de guaraníes que ganaba una de las docentes que trabajan en la facultad.
Todas estas situaciones vienen denunciando individualidades, así como el Sindicato de Trabajadores de la FACSO (SITRAFACSO), con documentos basados en fuentes públicas. La actitud de la Encargada de Despacho, Ada Vera, podría implicar una abierta guerra de facciones donde podrían darse abusos tanto desde su cargo como de su posición social (siendo la esposa de un senador activo), al acudir a instancias coercitivas extra universitarias, para intentar (visto lo actuado podría pensarse) censurar y suspender las denuncias realizadas por los sindicatos o grupos contrarios a sus objetivos particulares.
En este sentido, menciono una experiencia particular en el proyecto «oenegero» sobre el “Protocolo contra Toda Forma de Violencia”. Se remitieron sendas notas remitidas por el caso de bullyng hacia mi persona que no han sido atendidas. Las partidarias y partidarios de Ada Vera, la Encargada de Despacho FACSO, han gozado de impunidad absoluta (docentes y estudiantes), a pesar de que los casos nunca fueron judicializados y siempre se les ha remitido invitaciones para acudir a una mesa de mediación con las partes: ¿Quiénes son los que buscan el diálogo y quiénes los que reprimen?
Una crisis que es oportunidad de cambiar
Inclusive, más allá de la cuestión legal que InformatePy ya ha analizado en referencia a la estabilidad sindical, también nos hallamos frente a un grave atentado a la libertad de expresión y sobre todo, la instalación de una política autocrática que no condice con el tipo de ciencia que atiende la institución: ciencias sociales, que requiere la libertad de cuestionar y debatir todos los aspectos censurados y tabú de la sociedad.
Para esos debates que pueden abordar claro está, temáticas como la famosa cuestión de género, la “meritocracia”, el papel de las ONGs en el Estado Paraguayo y por qué no, los modelos de gobierno… todo puede ser cuestionado y debatido desde espacios universitarios democráticos que deberían ser propiciados por las autoridades.
La propia UNA no se ha planteado luego del UNA NO TE CALLES la situación de la PARIDAD (no solo de género) en cuanto a la representación igualitaria de estudiantes, docentes y egresados, de la cual gozan universidades prestigiosas del Río de la Plata desde hace más de un siglo. Tampoco ha mencionado aspectos innovadores como la revocatoria de mandatos que permita una universidad dinámica, cambiante y sobre todo, democrática.
Sin duda, es importante aprovechar ésta multicrisis sistémica generada en la más nueva de las facultades de la Universidad Nacional para transparentar gradualmente la situación en la institución.
Como primera medida se sugiere que el Consejo Superior Universitario (responsable último de éste estado de cosas en la FACSO – UNA) solicite a la Contraloría General de la República la realización de una auditoría completa a la gestión de la Lic. Ada Vera desde su creación hasta la fecha actual, de manera a establecer responsabilidades y una hoja de ruta para recuperar la confianza y el diálogo en el seno de la comunidad educativa universitaria.