De cuernos y poliamores

Hola diputada, si, yo de nuevo. Esta vez me tomo la libertad, como alguna vez lo hice con el uso de la palabra claque, para comentarle un poquito de que va la cosa con esa “vida tan moderna” que usted plantea como poliamor.

El poliamor es, por definición, una relación afectiva, íntima, emocional y sexual entre un grupo de personas, varios, todos juntos, todos saben, todos participan, ¿sí? Cualquier otra cosa, son simples cuernos.

Es decir, si usted perdonó como dijo, es porque no estaba de acuerdo, de lo contrario no habría nada que perdonar y, por defecto, asumo que tampoco estuvo invitada, una de las reglas básicas del poliamor; en otras palabras… faltó conocimiento y consentimiento.

Pero bueno, dicho esto, vamos a lo importante. Todos sabemos porque dijo lo que dijo, tampoco es que somos tan ingenuos y, a decir verdad, a mí en lo personal no me interesa su vida privada, es suya y es usted quien pone las reglas en ese campo; pero todos nos dimos cuenta que usted buscó a través de esas declaraciones, acercarse a un “público progresista” que le viene dando la espalda y esta vez lo hizo una vez más. Porque del mismo modo en que la mayoría conservadora no confía en usted, la minoría progresista tampoco lo hace. ¿Y sabe por qué? Porque el poliamor tiene basamentos ineludibles, transparencia y honestidad, recuerde esto siempre.