Analisis

Las redes sociales y la política en Paraguay

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El escritor y filósofo italiano Umberto Eco acuñó una excelente definición de lo que son (o en que se han convertido) las redes sociales: «Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas».

Quienes utilizan las redes sociales, generalmente apelan al latiguillo de que hacen uso de su derecho a la libre expresión; lo que implicaría la capacidad de una persona de expresar y difundir libremente sus pensamientos, ideas y opiniones. Sin embargo, esta “libertad de expresión”, choca de frente con el anonimato que te brindan estas redes y que facilita, en muchos casos, las conductas ilícitas que atentan contra el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen de otras personas.

«Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas»

Umberto Eco

En los últimos días, la víctima de muchos de estos anónimos fue el diputado colorado Hugo Ramírez, quien luego de publicar un twit con una modalidad de “juego” que se veía en los últimos días, fue atacado por toda clase de cuentas reales y falsas. ¿El pecado? Decir que sus hijos concurrían al The American School of Asuncion, popularmente conocido como “ASA”.

Enancados en la supuesta imposibilidad de diputado de abonar las cuotas de esa institución, comenzó un ataque que lleva ya varios días de manera ininterrumpida y, donde lo más suave que se le ha dicho, es corrupto. Esta situación, se repite frente a todos y cada uno de los legisladores y funcionarios de nuestro país.

Este escrito no pretende de ningún modo defender la honorabilidad del diputado, puesto que quien esto escribe no puede afirmar ni negar una cosa o la otra, pero creo que es importante entender algunas cuestiones a las que se exponen quienes utilizan las redes sociales para atacar a quienes no piensan como ellos.

Los principales delitos e ilícitos que se pueden cometer a través de las redes sociales y que atentan, entre otras cuestiones, contra el derecho fundamental al honor, a la intimidad y a la propia imagende una persona; sea esta, o no, funcionario público.

Quienes atacaron al diputado Ramírez, se exponen a ser enjuiciados por calumnias e injurias, entendiendo estas como:

Calumias: El artículo 150 del código penal indica que el que en contra de la verdad y a sabiendas afirmara o divulgara a un tercero o ante éste un hecho referido a otro, capaz de lesionar su honor.

Injurias: El mismo código afirma que injuria quien atribuya a otro un hecho capaz de lesionar su honor; o expresara a otro un juicio de valor negativo o a un tercero respecto de aquél.

Estas figuras penales encajan, incluso, en el uso de las redes sociales y esto no afecta la libertad de expresión, porque se ajustan en un hecho tipificado por el código penal paraguayo.

Hagamos uso de las redes sociales, seamos libres, pero responsablemente y, si sabemos que tal o cual legislador es corrupto, vayamos a la justicia, ese es el ámbito donde se deben realizar estas denuncias; sobre todo, si no queremos terminar inmersos en la definición del filósofo español Emilio Lledo, quien afirmó: «A mi me llama la atención que siempre se habla -y con razón- de libertad de expresión. Es obvio que hay que tener eso, pero lo que hay que tener, principal y primariamente, es libertad de pensamiento. ¿Qué me importa a mi la libertad de expresión si no digo más que idioteces? ¿Para qué sirve si no sabes pensar, si no tienes sentido crítico, si no sabes ser libre intelectualmente?»

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